martes, 13 de diciembre de 2011

Vejer, pintando desde la lejanía


Reconozco que este cuadro me ha costado. Pintar a partir de una fotografía y sin tener demasiado familiarizado el lugar es algo que a veces se hace cuesta arriba. Todavía recuerdo alguna tarde frente al lienzo donde me creia perdido entre tanta fachada blanca y volumenes que no sabía si venian hacia mi o escapaban.
Prometo volver a Vejer de la Frontera (Cádiz) y comprobar que coño eran alguna de las cosas que pintaba.
Afortunadamente todo lo compensaba la motivación. Este ha sido el regalo de bodas para mis amigos Carmen (originaria del lugar pintado) y Paco (extremeño y granítico).
Cuando pintas para alguien a quien quieres todo es más facil.