domingo, 6 de octubre de 2013

Y el bosque crece...


Tras la habitación le ha tocado turno a largo pasillo del piso. Decidimos darle un toque continuista enlazando con la habitación (más que nada porque sobró mucha pintura marrón-chocolate...) y seguir con los mismos tonos y motivos similares. Las hojas son de roble, el árbol un presunto de roble/arciano que dobla la esquina. Un sol y una luna empiezan y finalizan el pasillo, único toque "new age" que me he permitido. Y adornando, los viejos marcos de las ventanas antiguas del piso "rellenos" de una serie de láminas botánicas antiguas, la mayoría reproducciones fruto de mi admirada Expedición de Malaspina. 
A Rocío le ha gustado mucho, objetivo cumplido.