domingo, 8 de febrero de 2009

Entre Lagos

Con este post doy por finalizado el ciclo (que se ha extendido más de lo previsto) de lugares visitados este pasado verano. Y termino con la ciudad en la que empezamos las pequeñas vacaciones, la moderna y acogedora Tampere.

Tampere


A lomos de un puente natural entre los lagos Näsijärvi y Pyhäjärvi, Tampere (Tammerfors para los sueco-parlantes) aparece ante los ojos como una "manejable" ciudad del norte, pequeña y cosmopolita. Con una mezcla entre su marcado carácter industrial y el gran ambiente de vanguardia que impregna todo lo finlandés.
El color rojizo del ladrillo industrial que rodean los rápidos que conectan los dos lagos contrasta con los amarillos y azules claros que visten la mayoría de los barrios residenciales como los edificios que rodean el mercado permanente de Laukontori. En él, los olores de los arándanos, frambuesas y otros frutos rojos te transportan irremediablemente a los infinitos bosques y lagos que abundan en toda la región de Pirkanmaa y casi toda Finlandia.
Y es de delito penal no acercarse a dichos bosques, como los que rodean la pequeña población de Lempäälä, a apenas 10 minutos en tren desde Tampere. Allí junto a pequeños lagos (iguales o más grandes que el lago de Sanabria), afloran la típicas casas de madera finlandesas (con sus inevitables saunas) y un espectacular bosque de Picea abies (Picea de Noruega) en el que vale la pena perderse un poco (solo un poquito porque es muy grande).

Y con esto doy por cerrado mi periplo por las tierras del norte.
Ahora me queda la duda de con que voy a rellenar el este blog....

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